Tijuana, B.C. — En el silencio quebrado de la madrugada, entre callejones de terracería y construcciones a medio erguir, los ecos de la violencia volvieron a hacerse presentes. Esta vez, en la colonia Padre Salva Tierra, donde la mañana de este lunes fue localizado el cuerpo de un hombre con señales evidentes de agresión.
El hallazgo ocurrió sobre la calle Del Farallón, en un lote baldío enclavado en una zona de difícil acceso. Algunos vecinos, alertados por ruidos extraños alrededor de las 3:00 de la madrugada, no imaginaron que al despuntar el día encontrarían, tendido sobre la tierra, el cuerpo sin vida de un hombre de aproximadamente 40 años.
Vestía sudadera negra y pantalón gris. Sus manos estaban atadas con una cuerda amarilla. La escena hablaba por sí sola: había sido golpeado, inmovilizado, y abandonado. Una ejecución silenciosa, en el margen de una ciudad que ya carga demasiadas cicatrices.
Elementos de la Policía Municipal y de la Guardia Nacional acordonaron el área y desplegaron un operativo de seguridad. La Fiscalía General del Estado quedó a cargo del peritaje, mientras el cuerpo fue levantado por personal del Servicio Médico Forense.
El nombre del hombre es, por ahora, desconocido. Lo cierto es que su historia terminó en la penumbra de un camino de terracería, en un rincón donde la violencia suele aparecer sin previo aviso, y donde las preguntas siempre llegan antes que las respuestas.
