Cuando el pavimento se convierte en destino: accidente en la Tijuana-Tecate deja una estela de metal, concreto y milagro

Tijuana, B.C.— El amanecer aún no calentaba del todo el asfalto cuando la calma fue rota por un estruendo seco. Un Renault azul quedó varado a un costado de la carretera libre Tijuana-Tecate, a metros de la Plaza Sendero, con el frente hecho trizas y un poste de luz tendido sobre el suelo, como testigo mudo del impacto.

La unidad, conducida por una mujer, terminó fuera de la vialidad. De manera preliminar, se presume que la velocidad fue un factor determinante para que el vehículo perdiera la línea recta y terminara sobre la banqueta, arrancando de raíz el poste de concreto.

Paramédicos de la Cruz Roja y elementos del cuerpo de Bomberos llegaron al lugar. Contra todo pronóstico, no hubo víctimas graves. El accidente dejó heridos leves y un recuerdo difícil de borrar.

Tránsito Municipal se encargó de acordonar la zona e iniciar las diligencias correspondientes. La vialidad con dirección a Tecate, en horas pico, se convirtió en un embudo de tráfico detenido, atrapando a decenas de automovilistas en la espera de un camino libre.

No hubo muertos. Pero el estruendo —ese grito metálico del impacto— quedará, al menos por un tiempo, en la memoria de quienes pasaron junto a los restos retorcidos de una mañana cualquiera que casi termina en tragedia.

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