Balas sobre tumbas: el sepelio que terminó en operativo en Monte de los Olivos

Tijuana.— El luto se mezcló con el estruendo de las armas. Lo que debía ser una despedida se transformó en un operativo de seguridad. La tarde de este miércoles, el silencio del panteón Monte de los Olivos fue roto por detonaciones de arma de fuego, disparos que no venían de la memoria, sino de las manos de quienes decidieron honrar a su muerto con pólvora.

El sepelio transcurría con música de banda, flores frescas y rostros dolientes. Era el entierro de un hombre presuntamente vinculado a hechos violentos en la región. Aunque no se confirmó su identidad de forma oficial, su nombre ya se escuchaba entre murmullos desde que llegó la carroza.

Fue en medio del velorio, justo cuando el ataúd se acercaba a su última morada, que comenzaron los disparos. Alguien —o algunos— decidieron disparar al aire, quizás como acto simbólico, quizás como mensaje. Lo cierto es que los balazos alteraron la ceremonia y alertaron a las autoridades.

Minutos después, unidades de la Policía Municipal, apoyadas por otras corporaciones, rodearon el panteón. Se revisaron vehículos, se interrogaron asistentes. El ambiente se tensó. Del duelo se pasó al desconcierto. Del llanto al resguardo.

El saldo: dos hombres detenidos, tres armas de fuego aseguradas —dos cortas y una larga—, y dos vehículos confiscados: una Ford Explorer blanca y una Toyota Tacoma roja con toldo negro.

Durante al menos dos horas, el Monte de los Olivos fue escenario de un cruce de realidades: la de quienes sepultan a los suyos y la de quienes investigan por qué hay tantos muertos que sepultar.

La ceremonia, aunque trastocada, concluyó. Pero la investigación apenas comienza.

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