Tijuana, B.C. — Fue en cuestión de segundos. Un taxi de la ruta Terrazas-Dorado y una patrulla de la Guardia Nacional coincidieron en la avenida de los Insurgentes, no como aliados en el tránsito urbano, sino como protagonistas de un choque que, aunque no dejó heridos, sí dejó inquietudes.
El taxi, con número económico 16878 y pasajeros a bordo, circulaba con normalidad cuando ocurrió el impacto. La patrulla, en funciones, terminó también con visibles daños. En ambos vehículos viajaban personas que, por fortuna, no sufrieron lesiones graves.
Entre las primeras versiones que circularon en el lugar se presume que uno de los vehículos se habría incorporado de forma inadecuada al carril contrario, lo que habría detonado la colisión. No hubo gritos ni caos, pero sí rostros tensos y celulares registrando lo ocurrido.
Los pasajeros, visiblemente nerviosos, fueron descendiendo uno a uno tras el impacto. Una señora con bolsas del mandado preguntaba si aún podría llegar a su casa con tiempo de preparar la cena. Un joven, que iba rumbo a una entrevista de trabajo, revisaba su reloj con resignación.
Elementos de tránsito de la Policía Municipal acudieron al sitio para realizar las diligencias correspondientes y deslindar responsabilidades. Por ahora, la causa exacta sigue bajo investigación.
En una ciudad donde el tráfico es rutina y las patrullas representan autoridad, este incidente deja claro que ningún volante está exento del error, y que en el camino, el azar también se cruza sin permiso.
