TIJUANA.– El estruendo de los disparos quebró la rutina de la mañana en la colonia El Tecolote. Eran las 11:28 horas cuando vecinos salieron alarmados a la calle Tijuana, en el Distrito Santa Fe, solo para encontrar a Ignacio —mecánico de 36 años— tendido sobre el pavimento, con la vida escapando entre impactos de bala.
Ignacio, con pantalón corto rojo, camiseta negra y tenis azules, no alcanzó a recibir ayuda. Fue asesinado a plena luz del día, frente a testigos, frente a su comunidad. Pero esta vez, la comunidad no se limitó a mirar.
En un acto de valor civil pocas veces visto, vecinos lograron detener a uno de los presuntos responsables: un menor de 16 años, conocido en la zona con el alias “El Camario”. El otro involucrado huyó a bordo de un vehículo gris, sin que hasta el momento se tenga rastro de su paradero.
La escena fue asegurada por elementos de la Policía Municipal y más tarde procesada por agentes de la Fiscalía General del Estado, quienes iniciaron las diligencias correspondientes.
El nombre de Ignacio queda ahora en la memoria de quienes compartían banqueta y calle con él. Un mecánico, un vecino, una vida que se apagó entre balas, pero que dejó un mensaje contundente: la gente, harta del miedo, también sabe detener al que huye.