El camión escolar de la Preparatoria Federal Lázaro Cárdenas, sustraído mientras decenas de estudiantes celebraban su ceremonia de fin de cursos, fue recuperado la noche del miércoles en un rincón oculto de Camino Verde, en Tijuana.
La desaparición del vehículo —ocurrida el lunes 21 de julio mientras alumnos del plantel Virreyes festejaban su clausura en el CECUT— generó indignación entre la comunidad educativa. Nadie imaginó que, mientras se tomaban fotografías y se repartían abrazos de despedida, el transporte oficial de la escuela sería llevado sin permiso a kilómetros de distancia.
La Fiscalía General del Estado desplegó un operativo de seguimiento que llevó a sus agentes hasta un taller mecánico en la esquina de las calles Real del Castillo y ABC. Ahí, entre el olor a aceite viejo y herramientas dispersas, localizaron el camión. Ya no era amarillo. Había sido pintado, como si cambiar el color pudiera borrar su historia.
Pero el hallazgo no terminó ahí. En el mismo sitio fueron asegurados otros dos vehículos, uno de ellos una camioneta pickup que, según datos extraoficiales, habría pertenecido al cantante regional conocido como “El Tesoro de Sinaloa”, asesinado meses atrás en un yonke de la ciudad.
Aunque la recuperación del camión fue un golpe certero contra la impunidad, la Fiscalía confirmó que no hay personas detenidas hasta el momento. El vehículo ya se encuentra bajo resguardo de las autoridades, y las investigaciones continúan en curso para dar con los responsables de su sustracción y posible alteración.
La comunidad educativa de la Prepa Lázaro recibió con alivio la noticia. Aunque el robo puso en evidencia la vulnerabilidad incluso de las instituciones más tradicionales, también mostró la capacidad de respuesta cuando la indignación se traduce en acción.
Los estudiantes que se despidieron sin saberlo de su camión escolar hoy pueden respirar con un poco más de calma. El vehículo regresó. Pero la historia aún no termina.
