Silencio en el asfalto: ejecutan a hombre en plena avenida de Nueva Tijuana

En la frontera invisible entre lo cotidiano y lo brutal, la colonia Nueva Tijuana volvió a presenciar una escena que se repite con dolorosa familiaridad. Esta vez, fue sobre la avenida José López Portillo, justo en el cruce con bulevar Bellas Artes, donde el cuerpo de un hombre quedó tendido en el pavimento, como si la ciudad misma lo hubiera abandonado.

Vestía short gris, un suéter café y el cabello negro revuelto por el viento o por el impacto de la caída. De complexión delgada y tez morena clara, su cuerpo quedó boca arriba, rodeado por el murmullo sordo de la noche y el brillo frío de los faros de las patrullas.

Los paramédicos de la Cruz Roja llegaron, pero solo pudieron constatar lo irreversible: el hombre ya no tenía signos vitales. La vida se le escapó entre cinco disparos, cuyos casquillos quedaron regados como testigos mudos de una ejecución.

No hubo persecución, no hay hasta ahora detenidos. Solo un carril cerrado, una escena acordonada y una investigación que recién comienza. Los peritos de la Fiscalía General del Estado levantaron evidencias mientras los vecinos apenas asomaban la mirada detrás de sus cortinas.

En esta ciudad donde los cuerpos caen sobre el concreto como hojas secas, el anonimato de la víctima duele doble. Porque no solo se asesina a una persona: se borra un nombre, una historia, una voz que ya no podrá contar lo que ocurrió.

Y mientras las sirenas se apagan y los pasos de los peritos se alejan, la avenida retoma su ritmo. Pero el silencio que deja un cuerpo tirado en la vía pública no se borra tan fácilmente. Permanece. Marca. Acusa.

Fotografía: Arturo Rosales.

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