Silencio roto en la Zona Norte: un disparo, dos detenidos y muchas preguntas

Tijuana, B.C. — La madrugada del sábado en la Zona Norte no fue distinta a tantas otras: oscura, húmeda, cargada de murmullos y promesas a medio cumplir. Pero esta vez, el estruendo no fue de música, ni de puertas cerrándose con prisa. Fue un disparo. Y luego, otro. Un hombre yacía herido, con el rostro marcado por el plomo, en un pequeño cuarto de los apartamentos de la esquina entre 5 de Mayo y Baja California.

Tenía aproximadamente 45 años, originario de Honduras, según dijeron los primeros en llegar. Su cuerpo tatuado, su piel morena clara, su contextura robusta… pero más allá de la descripción, era una vida marcada por el exilio, por la búsqueda de algo mejor en un lugar donde la violencia no entiende de nacionalidades.

Los paramédicos lograron estabilizarlo y lo trasladaron a un hospital. Iba con vida. Apenas. El resto quedó en manos de la policía municipal, que no tardó en desplegar un operativo que cubrió varias calles del corazón de la Zona Norte. Sobre Niños Héroes y Coahuila, interceptaron a dos hombres de alrededor de 40 años. Fueron detenidos, esposados y entregados a la autoridad correspondiente.

No hay un móvil claro. No hay certezas. Solo un eco que no termina de apagarse y un nombre que aún no ha sido pronunciado. Mientras tanto, entre luces de patrullas y calles gastadas, la Zona Norte sigue siendo un tablero donde cada noche se juegan partidas invisibles entre la vida y la muerte.

Fotografía: Arturo Rosales.

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