Tijuana, B.C. — Con pancartas en mano y la voz quebrada por la indignación, un grupo de padres de familia se manifestó esta tarde frente al Ministerio Público ubicado en la Central Camionera, exigiendo justicia por presuntos casos de abuso en contra de sus hijos, todos diagnosticados con algún grado dentro del espectro autista.
Jareli Gregorio, madre de Lara —una niña de autismo grado 2— relató que desde hace un año busca respuesta por una denuncia que sigue bajo investigación sin resolución. Según explicó, su hija fue presuntamente agredida por el hijo adolescente de su cuidadora durante una estancia en su domicilio.
“La niña me dijo que sentía dolor en sus partes íntimas. La revisé y noté que estaba inflamada y enrojecida. Después me confesó que había jugado a la ‘mamá y al papá’ con el hijo de la señora que la cuidaba, un joven de 16 años”, detalló Jareli. Sin embargo, denuncia que la Fiscalía no ha realizado un dictamen psicológico debido a la condición de su hija, lo cual considera un acto de discriminación.
Por su parte, Sebastián Camarena, padre de dos niños con autismo, también alzó la voz para visibilizar su caso. Acusó a la madre de sus hijos por presunto abuso, violencia familiar y retención ilegal de uno de ellos, Sebastián, de quien no tiene noticias desde hace tres meses. “Volvían con golpes, enfermos y con miedo. Estoy peleando la custodia provisional porque temo que lo saquen del país”, expresó.
Los manifestantes coincidieron en señalar irregularidades en las investigaciones, omisiones en las carpetas y falta de personal capacitado para atender casos que involucran a menores con condiciones neurodivergentes.
La protesta concluyó con un llamado urgente a las autoridades para garantizar el acceso a la justicia, evitar el cierre prematuro de las investigaciones y reconocer que los niños con autismo merecen ser escuchados y protegidos como cualquier otro menor.