Tijuana, B.C. — La mañana en la colonia Ojo de Agua fue interrumpida por el eco de disparos. La Calle Emiliano Zapata, una vialidad usualmente transitada por trabajadores y familias que comienzan su día, se convirtió en el escenario de un enfrentamiento armado que puso en riesgo tanto a las autoridades como a quienes habitan la zona.
De acuerdo con los primeros reportes, una unidad de la Fiscalía General del Estado realizaba labores de intervención en el lugar cuando intentó detener a los tripulantes de una camioneta Honda Odyssey de color gris. Fue entonces cuando, desde el interior del vehículo, comenzaron a escucharse las detonaciones.
Sin previo aviso, los agentes fueron atacados a balazos.
Lo que vino después fue un breve pero intenso intercambio de fuego. Vecinos se resguardaron como pudieron: detrás de bardas, en patios traseros, algunos incluso boca abajo en el piso de sus casas. El estruendo de los disparos fue tal que varios residentes pensaron que se trataba de un enfrentamiento entre civiles armados.
Uno de los presuntos agresores resultó herido durante la balacera. Paramédicos de la Cruz Roja arribaron al lugar para brindarle los primeros auxilios. Fue trasladado con custodia policial a un hospital cercano, donde permanece bajo vigilancia médica y en calidad de detenido.
La escena fue asegurada por elementos de la Guardia Nacional, Policía Municipal y agentes de la propia Fiscalía General del Estado, quienes acordonaron la zona y comenzaron con la recolección de evidencia para esclarecer los hechos.
Hasta el momento, no se ha informado si hubo más personas involucradas o detenidas, ni se ha revelado la identidad del lesionado.
La colonia Ojo de Agua, que ha sido testigo de distintos hechos violentos en los últimos meses, vuelve a colocarse en el centro de las miradas. Hoy, el barrio suma un nuevo episodio que deja más preguntas que respuestas: ¿qué hacía esa camioneta en el sitio?, ¿quiénes viajaban en ella?, ¿y qué buscaban los agentes exactamente?
En tanto, los vecinos sólo piden una cosa: paz para salir a la calle sin temor a que el próximo tiroteo ocurra frente a su casa.
