Tijuana, B.C. — La quietud de las primeras horas del domingo fue interrumpida por una escena cruda sobre el Libramiento Rosas Magallón, justo en el cruce con la calle Olivos, en la colonia Pedregal de Santa Julia. Allí, envuelto en un costal blanco, fue localizado el cuerpo de un hombre con visibles huellas de violencia, abandonado como si la vida tuviera fecha de caducidad y el pavimento fuera destino final.
A un costado del cadáver —presuntamente de un hombre de aproximadamente 30 años, vestido con pantalón beige y zapatos cafés— se halló un pedazo de cartón con un mensaje escrito que apuntaría a un grupo delictivo. El tono del mensaje, aún no revelado oficialmente, fue suficiente para activar protocolos de seguridad y la llegada inmediata de las autoridades.
Elementos de la Policía Municipal acordonaron la escena mientras agentes de la Fiscalía General del Estado iniciaban los trabajos periciales. La identidad de la víctima aún no ha sido confirmada, y hasta el momento, no se reportan personas detenidas.
En Tijuana, donde los mensajes entre líneas se escriben con tinta de miedo, el hallazgo se suma a una lista de crímenes que dejan más preguntas que respuestas. Las autoridades han prometido investigar, pero en el lugar de los hechos, lo único claro era el silencio que cubría la colonia como una niebla espesa y constante.
Fotografías: Arturo Rosales.
