Tijuana, B.C.— Durante dos días, transeúntes pasaron junto a él sin sospechar la verdad. Algunos pensaron que descansaba, otros que quizá dormía para escapar del calor o la rutina de la calle. Pero la mañana de este lunes, la escena detrás de una estación del SITT —muy cerca del bulevar Las Américas y de la Estación Municipal de Infractores (EMI)— reveló algo más grave: el cuerpo de un hombre yacía ahí, con signos evidentes de violencia.
De acuerdo con los primeros reportes, el hallazgo se realizó luego de que una persona finalmente decidiera llamar al número de emergencias. El cuerpo, según los testimonios, podría haber estado en el sitio desde el sábado.
El hombre presentaba manchas presuntamente de sangre en la cabeza y manos, además de otras huellas visibles de agresión. Su identidad no ha sido confirmada hasta el momento.
Elementos de la Policía Municipal y de la Guardia Nacional acudieron para acordonar la zona, mientras peritos de la Fiscalía realizaban las diligencias correspondientes.
Nadie ha sido detenido. Nadie ha reclamado el cuerpo. Solo queda el silencio de una muerte solitaria, descubierta demasiado tarde, en una ciudad que —entre prisas y ruido— a veces no se detiene a mirar.
