Tijuana, B.C. — En un evento cargado de emoción, historia y dignidad, más de 50 parejas de la comunidad LGBTTTIQ+ se unieron en matrimonio en lo que fue la primera ceremonia colectiva de este tipo realizada en la ciudad. El escenario fue la Casa de la Cultura de Playas de Tijuana, donde por primera vez, el amor se vistió de todos los colores y se reconoció con la legalidad que tanto tiempo se les negó.
Las miradas cómplices, las manos entrelazadas y los votos cargados de esperanza marcaron una jornada que trasciende más allá del acto legal. Esta celebración colectiva no solo otorgó certeza jurídica a decenas de parejas, también representó un acto simbólico de inclusión y justicia social.
Belinda Rodríguez, titular del Registro Civil, subrayó la importancia de garantizar los mismos derechos para todas las personas, sin importar su orientación sexual. “Este evento da seguridad, visibilidad y certeza jurídica. Pero, sobre todo, demuestra que el amor es un derecho universal”, afirmó.
Entre las parejas contrayentes estuvieron Deyanira y Celia, quienes se conocieron hace 15 años en la preparatoria. Con una historia marcada por la paciencia, el cariño y la construcción de un hogar, ambas compartieron su alegría con lágrimas en los ojos:
“Siempre habrá dificultades, pero siempre se puede ser feliz. Casarte con la persona que amas es un acto poderoso. Este evento es también para las generaciones futuras”, dijo Deyanira con voz entrecortada, mientras Celia le apretaba la mano.
Merari y Luisa, por su parte, relataron cómo se conocieron hace apenas un año en un grupo de baile, y desde entonces no se han separado. “Lo más importante para nosotras es la comunicación. Somos felices ella y yo. Lo demás, simplemente no importa”, compartieron sonrientes.
La regidora Magaly Ronquillo Palacios también estuvo presente y enfatizó que “los gobiernos están obligados a garantizar los derechos sin excepción ni discriminación. El derecho a casarse y formar una familia es eso: un derecho, no un privilegio”.
En un país y una región donde la lucha por la equidad sigue siendo constante, esta ceremonia representa un hito. Una postal luminosa en la historia de Tijuana. Porque no se trató solo de anillos o papeles. Se trató del reconocimiento del amor, en todas sus formas. Y eso, siempre será motivo de celebración.